Parece que la realidad virtual permanece encerrada en los laboratorios, mientras la difusión de la realidad aumentada es cada vez mayor. ¿Conseguirá la realidad aumentada desbancar por completo a la realidad virtual? O por el contrario, ambas tendrán cabida en estas nuevas tecnologías a punto de derramarse completamente. La realidad aumentada, nos permite una interacción mayor con la virtualidad, en cierto modo tiene mayor grado de interacción, de cercanía y tal vez este elemento resulte determinante para dejar atrás una realidad que aún nos parece artificial, con la que no terminamos de sentirnos cómodos.